Keep Smiling.Cap II

Koldo Lago llevaba cuatro días trabajando en un chino con ínfulas de supermercado.Pasillos amplios, productos ordenados y atención esmerada.Como hasta ellos duermen,el turno de noche lo cubría él mientras sus pequeños dormían al cuidado de la vecina,doña Pilar, que los quería como a sus nietos ante la falta de abuelos de los niños y la falta de descendientes de la señora.

La tienda tenía éxito y no era de extrañar que se formaran colas de obreros llegados de lo suyo,jóvenes de marcha o artistas cansados .

Koldo se hizo en seguida con la clientela con una mezcla de simpatía , protocolaria actitud respetuosa y servicial e incluso reconoció a clientes habituales.

Entre ellos detectó a una señora que cambiaría su vida.

Los cuatro días sin falta,la clienta llegó al mostrador con una cesta repleta en una mano y el móvil pegado a la oreja en la otra.Mientras Koldo saludaba e intentaba interactuar con la dama, ésta seguía enfrascada en una interminable conversación y ni siquiera el tener varias personas detrás la disuadía de acabar con aquello.

Abruptamente la mujer finalizó la llamada y para indignación general preguntó a Koldo si recargaban móviles.El tendero respondió afirmativamente e hizo lo que le pedían.

Horas después,tras enviar a Doña Pilar a casa y arropar a sus hijos intentó dormir pero la indignación solo crecía en su interior.
Jimena Márquez de la Sota trabajaba en un estudio de arquitectura y su trabajo la permitía unos horarios flexibles.Las mañanas las pasaba trabajando en casa con su Mac y las tardes en el estudio coordinando a su equipo.

Estaba desarrollando algo único.Un proyecto de hospital de urgencias revolucionario que presentaría por la tarde pero que debía terminar antes de comer.

Su celular sonó.Quiso ignorarlo pero no podía, quizá fuera el estudio.

Titiphone le ofrecía descuentos. Colgó.

Seguflor un seguro de hogar.Off.

 Gusyluz una nueva forma de energías renovables.Rollo.

Paranazon compras on-line

El cocidito humeante el menu del día.

Redcasa comprar tu piso

Kolcar comprar tu coche.

Era un teléfono último modelo pero a las 13:45 Jimena no pudo más y lo arrojó por la terraza.

De noche,la arquitecta volvió del estudio y como cada día pasó por el chino.

Solo compró dos botellas de whisky.Saludó al dependiente que, preocupado la preguntó si estaba bien.Jimena le dijo que no,que había perdido su trabajo .El empleado preguntó si quería recargar su móvil.Ella rompió a llorar y afirmó que nunca más tendría uno,que solo servían para molestar y que sentía haber sido tan maleducada.

Koldo se fue triste a casa esa noche pero concienciado.Su cruzada había empezado y no se detendría.

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