Empieza igual pero no es lo mismo

Tomar distancia antes de afrontarla.

Estás tan metido en preparar el hito vital que es una maratón que entrenas , comes y hasta trabajas con la cita con Filipides en la mente.

Tal es así que te descubres tomando colágeno para la rodillas o cosas raras para desayunar.

Terminaba el primer mes de preparación y se presentó la oportunidad de hacer un «descanso».

Aún así, adelanté la tirada larga de la semana y probé para desayunar algo que había leído.

El porridge es un plato…distinto. Unas gachas de avena que puedes alegrar con frutos secos,frutas,que sé yo.

La tomé caliente y llenó tanto que tuve que esperar más de tres horas para poder correr .

Cumplidas las tareas me dispuse a disfrutar del descanso.

Para no caer pesado os diré que cambié las calles madrileñas de agosto por el Pantano de San Juan, el salteado de verduras con quinoa por una buena barbacoa con sus cervecitas y el porridge sabatino por unas porras con chocolate domingueras.

Los dos kilos que perdí en la semana seguro los habré recuperado,pero la carga de pilas que supone el descanso,el relax y olvidarse del estrés por un par de días no tienen precio.

Se viene septiembre pero estamos preparados. Adelante.

Somatizando

Siempre tuve muy mal perder y los Juegos Olímpicos son cada cuatro años la perfecta excusa para demostrarlo.

Tras cinco años deseando que llegara el momento de ver todas las modalidades posibles, me encanta hacerlo,caigo en la cuenta de que el deporte,como la vida,es una sucesión de derrotas con alguna victoria y harto de rabiar sin medida y somatizar o convertir el trastorno psíquico en dolor físico he pensado en darle una oportunidad o una vuelta como dicen ahora e intentar racionalizarlo.

Puedo hablar de mis selecciones favoritas,las de baloncesto,tanto masculino como femenino que son las que junto al balonmano y al waterpolo mejor han mantenido el fuego de Barcelona 92.

Lo hago porque criticar que un tiradore, regatista, piragüista, nadadore, judoka o de cualquier otro deportista a quien no hago cara durante cuatro años porque no consigue ser medallista olímpico me provoca vergüenza propia, alguna vez lo he hecho pleno de desconocimiento.

En cuanto al deporte de la canasta estamos tan acostumbrados al caviar,las angulas y el jamón pata negra que en cuanto sale una veta con poco o demasiado tocino tendemos a ponernos exquisitos y estas mujeres y hombres nos han dado tantas alegrías que me siento fatal. Si nos remitimos a los hechos el caso es que en cuanto a ellos una derrota y un golpe de mala suerte nos dejaron sin medalla.

Jugar contra Eslovenia es para un cuarentón como jugar contra la Jugoplastika de Kukoc y Radja,pero con estos dos convertidos en uno, Luka Doncic. El tipo condiciona tanto el juego que se hizo lo que se debía que era minimizarlo lo posible pero los Perasovic, Ivanovic o Tabak eslovenos salvaron la papeleta en un partido de cara o cruz.

Jugar contra Estados Unidos tras un sorteo malévolo fue lo peor para el veterano equipo español, un equipo a años luz del entendimiento y lectura del juego de los norteamericanos de antaño pero físicamente portentoso e individualmente talentoso y rápido que hacía inviable el mejor desempeño de los Gasol, pilares hasta ahora,uno u otro del equipo y necesaria la frescura de hombre como Llull,Rudy o El Chacho, físicamente castigados. Ricky Rubio, rápido y en plenitud con una mejora en el tiro modo MVP nos mantuvo a flote.

Se compitió en ambos casos lo mejor que se pudo y se cayó con honor .

En cuanto a ellas fue admirable como el equipo superó el cúmulo de desgracias que fue el europeo en casa y recuperó el nivel medalla que nos tenía mal acostumbrados.

Llegados al cruce de cuartos de final tocó mal día y el equipo remó sin desmayo ante Francia.

¿Que no entraba una sola bandeja bajo la cesta? Se seguía sufriendo atrás, ¿que los tiros liberados los escupía el aro? se peleaba cada balón y no se dejaba de intentar.

Fruto de ese esfuerzo y de una mejor racha en el tiro llegó un igualado final ante Francia pero simplemente no era el día y a la mejor tiradora española en el campeonato se le escapó el balón mientras pensaba en el tiro. El balón del empate a la desesperada se quedó corto tras haberse recobrado de una torcedura de tobillo en el mismo partido.

Es duro perder y la cara de idiota que se te queda pero es mejor recordar que a este nivel se gana o se pierde por una décima de segundo, un centímetro o por una pizca de suerte me hace ver que el nivel del deportista español en deportes con menos apoyo que este en relación a lo que se invierte y promociona es altísimo y con un poquito de cuidado y atención más pasaría de ser nivel diploma a ser nivel medalla.

Orgulloso de nuestros deportistes, ahora y sobre todo durante los ciclos olímpicos en los que trabajan fuera del foco y si no mirad por ejemplo a nuestros atletas que nos están dando mil motivos de alegría en el estadio olímpico.