Poco sé del origen de esta calle,que nace de la arteria principal del barrio y termina en el bulevar. Sí puedo decir que en su momento estuvo llena de contenido para cualquier vallecano. Al final de ella estaba la Casa de Socorro,una eficaz posta donde se realizaban curas y pruebas diagnósticas de urgencia,un éxito de la sanidad pública,puedo dar fé. En su lugar hay ahora un Centro de Atención a Drogodependientes y un Centro de Salud Comunitaria. En resumidas cuentas, alguien decidió que era bueno para los vallecanos sacrificar un servicio muy práctico para nuestra salud y convertirlo en la plaza donde radican los yonkis del barrio,ansiosos de metadona. También hay un centro de Salud Comunitaria. Es comprensible. En las zonas nobles de la capital nadie toma cocaína ni heroína y el aborto no existe,así que no necesitan lugares donde se dispense la píldora del día después. Nos tienen calados.
Hablando de edificios la primera hipoteca contratada de la calle fue la contratada por el partido socialista. La casa del pueblo fue lugar emblemático durante décadas donde se tejieron grandes mejoras para el barrio,un centro de reunión popular y vecinal. Ahora es el reflejo de su partido en Madrid. Un lugar casi abandonado. O de lo que el partido hizo con Vallecas. Abandonarla.
Mientras la vecindad vallecana reclamaba los recursos sanitarios necesarios para frenar el avance de la pandemia, harta de ser un hashtag o un estigma que llevar a cuestas, el líder de tal partido en Madrid y delegado del Gobierno consentía en el mejor de los casos otro agravio, el de la somanta de palos que los antidisturbios dieron a quienes salieron a protestar comparada con la imagen de los agentes,respetuosos y amables en la fiesta de la cacerola de la burguesía pituca en pleno Estado de Alarma.
Lo peor de todo es que Franco,no el dictador,aunque lo pareciera, sino el líder socialista madrileño ha colaborado en la violenta maniobra de distracción de ayer tarde. Los prestidigitadores de marca blanca que nos dirigen saben que estigmatizarnos tendría respuesta en la calle y ayudaría a mantener la patraña del confinamiento. Porque este confinamiento es una MEN-TI-RA. Hoy es el quinto día de restricciones y en mi área solo ha habido un control,uno,el que se hace en la entrada al barrio desde el puente. He visto gente correr pasando de área en área sin control,llevo a mi hijo a una zona con el salvoconducto preparado y nadie me lo pidió y el panorama en lo importante es igual,transporte público masificado y gentes sin mascarilla,las mismas de siempre y en los mismos lugares sin que nadie los detecte. Los contagios crecen y nadie hace nada,salvo los sanitarios ,agotados de trabajar sin recursos .Están ganando tiempo para hacer un confinamiento real y poder decir que fueron progresivos. Lo consiguen rompiendo lo que alguna vez se festejó en esta calle y todos los años en el Oktoberfest que Richi organiza en el Boliche,actual punto de encuentro principal de la calle Concordia. Pues eso,la concordia
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