Cuando la venda cae

Los recuerdos de Facebook y el pelo plateado lo confirman. Aún así, algún personaje de Quino me preguntaría sin pudor «¿qué pila de años decís que tienes?. Me ocurrió hace unos años. Les pasa a mis hijes ahora.

A muchos convecinos les sobreviene un estado de shock mezcla de disgusto y cabreo,de indignación y molestia.

Hace un tiempo descubrí que mis progenitores no solo eran ejemplos virtuosos,superhéroes imbatibles y modelos conductivos sino que tenían ramas torcidas,algún defectillo y miles de manías, como todo el mundo.

Mis descendientes hace tiempo vieron mis taras,tantas y tan deficientemente ocultadas que ahora son objeto de bufa,jarana e incluso en determinados casos reproche.

Un país entero tiene la cara colorada. Algunos por descubrir la clase de personas que nos representó por el mundo durante décadas. Otros por habernos ocultado con su silencio que el personaje modélico que habían fabricado vivía a cuerpo de Rey a nuestra costa,a través de ella en su yate y moviendo a toda vela dineros por el mundo, billetes de origen desconocido y raro. Los más por el escozor de cuando te quitan de un tirón el esparadrapo que sujeta la venda que no debía caer.

Nuestra capacidad de sorpresa es tan ilimitada que el asunto será una anecdota en cuestión de días, pero es triste comprobar que los modelos que conocimos o nos impusieron no son tan buenos como nos contaban.

Quo vadis,Juan Carlos ?

Deja un comentario